El ajo es un ingrediente versátil en muchas cocinas de todo el mundo. Desde salsas para pastas hasta salteados, el ajo aporta un sabor y un aroma únicos que realzan el sabor de los platos. Sin embargo, para utilizar el ajo de forma eficiente en la cocina comercial, es necesario procesar grandes cantidades de ajo en fábricas. En este blog, veremos cómo se procesa el ajo en las fábricas.
El primer paso para procesar grandes cantidades de ajo es separar los dientes de los bulbos. Esto se puede hacer utilizando máquinas como las máquinas para romper bulbos, donde se dejan caer los bulbos en la máquina y los dientes se separan mediante placas de metal. Después de separar los dientes, se limpian con agua para eliminar la suciedad y los residuos.
El siguiente paso para procesar el ajo es pelar los dientes. Este puede ser un proceso que requiere mucho tiempo, pero hay máquinas máquina peladora de ajo que pueden hacerlo de forma eficiente. Estas máquinas funcionan utilizando rodillos para romper la piel del diente de ajo y luego se sopla aire a través de la máquina para separar la piel de la pulpa. Los dientes de ajo pelados se inspeccionan para comprobar su calidad y se clasifican según su tamaño y peso.
Una vez pelado y clasificado el ajo, normalmente se pica o se tritura. Esto se puede hacer manualmente, pero en las fábricas se utilizan máquinas para picar o triturar los dientes de ajo. Estas máquinas varían de tamaño: algunas pueden procesar unas pocas docenas de dientes a la vez, mientras que otras pueden procesar miles de dientes por minuto.
Una vez picado o triturado el ajo, se envasa y se prepara para su distribución a restaurantes, supermercados y otros clientes. El ajo se puede envasar en diversas formas, como fresco, congelado, deshidratado o en pasta de ajo picado.
El procesamiento del ajo en las fábricas requiere mucha atención al detalle y control de calidad. Las máquinas que se utilizan para procesar el ajo deben recibir un mantenimiento y un ajuste adecuados para garantizar la calidad y la consistencia del producto final. Los trabajadores que participan en el procesamiento del ajo deben tener la formación adecuada y seguir las normas de seguridad alimentaria para evitar la contaminación.
En conclusión, procesar grandes cantidades de ajo en las fábricas implica separar los dientes, limpiarlos, pelarlos, picarlos o triturarlos y envasarlos. Todo el proceso requiere precisión y atención al detalle para garantizar la calidad y la consistencia del producto final.