El ajo es un ingrediente común en la cocina que se ha utilizado durante siglos para agregar sabor y aroma a la comida. No solo es delicioso, sino que también tiene numerosos beneficios para la salud. El ajo contiene alicina, un compuesto que tiene propiedades antiinflamatorias, antibacterianas y antioxidantes. También puede ayudar a reducir la presión arterial, reducir los niveles de colesterol y reforzar el sistema inmunológico. Pero, ¿cómo se procesan los dientes de ajo para aprovechar al máximo este increíble ingrediente?
Primero, debes elegir el ajo adecuado. Busca bulbos firmes que tengan una piel firme e intacta. Los dientes deben ser regordetes y de forma uniforme. Evita el ajo que esté blando o que haya brotado, ya que esto indica que ya pasó su mejor momento.
Para separar los dientes, simplemente gira el bulbo suavemente hasta que se separen. Luego, usa un cuchillo para pelar para cortar el extremo de la raíz de cada diente. Esto hará que sea más fácil quitar la piel.
Hay varias formas de quitar la piel de los dientes de ajo. Un método consiste en colocar los dientes en una tabla de cortar y utilizar la parte plana de un cuchillo de chef para presionar con firmeza cada diente. Esto romperá la piel y facilitará su pelado. Otro método consiste en colocar los dientes en un bol pequeño y cubrirlos con otro bol del mismo tamaño. Agite los boles con fuerza durante unos segundos y la piel debería desprenderse fácilmente.
Una vez pelados los dientes, puede picarlos finamente con un cuchillo afilado o utilizar un prensador de ajo para triturarlos. El ajo finamente picado es excelente para agregar sabor a sopas, guisos y salsas. El ajo machacado es perfecto para hacer pan de ajo o adobos.
Si desea infundir un plato con sabor a ajo sin utilizar los dientes en sí, puede asar bulbos de ajo enteros en el horno. Simplemente corte la parte superior del bulbo para exponer los dientes, rocíe con aceite de oliva y áselos en un horno a 400 grados durante unos 40 minutos. Los dientes se volverán suaves y cremosos y se pueden extraer de la piel para usarlos en salsas, untables y aderezos.
Otra forma de procesar los dientes de ajo es hacer pasta de ajo. Esta es una excelente manera de agregar un sabor concentrado a ajo a los platos. Para hacer pasta de ajo, pique finamente varios dientes de ajo y espolvoree con sal. Use la parte plana de un cuchillo para machacar el ajo y la sal hasta formar una pasta. También puede agregar un poco de aceite de oliva para ayudar a aflojar la pasta.
En conclusión, procesar los dientes de ajo es fácil y se puede hacer de varias maneras según el resultado deseado. Ya sea que pique, triture, tueste o haga una pasta, el ajo es un ingrediente versátil que puede agregar sabor, aroma y beneficios para la salud a cualquier plato. Entonces, la próxima vez que esté en la cocina, no tenga miedo de experimentar con el ajo y descubra todas las formas maravillosas en que puede mejorar su cocina.